Los Diez Mandamientos

Los Diez Mandamientos es una de esas superproducciones de Hollywood que hoy es imposible de ver por el coste que supondría. Es una cinta hija de otra época, que ya no volveremos a ver, pero que gracias a la magia del cine podemos disfrutar una y otra vez.

Los Diez Mandamientos

Como datos curiosos, podemos decir que la película de los 10 mandamientos recaudó 56 millones de dólares del año 1956. Pasados a esta época serían un billón de dólares, una recaudación que hoy en día sería imposible, aunque lo cierto es que la recaudación estuvo acorde con la inversión para rodarla, pues tuvo uno de los sets de rodaja más grandes de toda la historia del cine.

Argumento de la película

El argumento gira en torno a Moisés, un niño judío abandonado y que tiene la suerte de ser adoptado por la hija del faraón, la cual lo encuentra flotando en una canastilla en el río. Se cría en la corte, relacionado siempre con la clase dirigente.

Eso hace que obtenga el favor del propio faraón, para pesar de su hijo, que ve como un extraño obtiene el favor del faraón, mientras que él no lo tiene siendo su hijo legítimo. Esto da lugar a problemas entre los dos, que se resolverán pronto.

Moisés no puede quedar impasible ante el trato que se da a los esclavos judíos, por lo que cuando uno está a punto de morir lo salva y por ello es expulsado de Egipto. Conocerá, así, sus orígenes hebreos, lo que lo cambia para siempre.

A partir de ese momento Moisés sólo vive para salvar a su pueblo. Si quieres saber cómo sigue tendrás que ver la película.

La película no es fiel a La Biblia 

A pesar de que Los Diez Mandamientos es una película histórica, y muy buena, lo cierto es que no es fiel a La Biblia y se toma sus licencias. Esto es algo a tener en cuenta, para que no os toméis al pie de la letra lo que veáis en el film.

Por ejemplo, La Biblia dice que Moisés tuvo dos hijos, mientras que en la película tiene uno. De igual forma, mientras en la cinta se enamora de una princesa egipcia, La Biblia no dice nada acerca de esos amoríos con su enemigo.